Capítulo 24

XXIV

No sólo eran ellas las desconcertadas... Yo misma sentía, al tacto, mi propia piel ajena a mí.... además de esa fragancia indeleble de resinas y hierbas que quizás se mantendrían durante años bajo mis poros, quizá exhalando un.... ¿hálito?.... que en cierta manera, podría resultar casi embriagador a quien tuviera cerca.... y ese estado de aturdimiento extrañamente lúcido e iluminado que me sobrevenía de vez en cuando, cada vez más frecuentemente….. Sabía que no era prudente salir a la calle…. En realidad, salvo aquella escapada con Kornel, siempre había permanecido enclaustrada…. Quizás esto era efectivamente lo que me estaba deparado desde el principio…. Sólo que ahora tenía un nuevo sentido…. Sí, el reino de Calpurnia, oculto, cerrado excepto para algunas admitidas….¿era éste también el que forzosamente debía pertenecer a la Sabia Regia, a la que corresponde neutralizar a la Diosa encarnada?
- Calpurnia…. – Kornel., una vez más, se había quitado el sombrero que guardaba su rostro, algo que, viniendo en la litera de Cornelia, casi ni habría necesitado…. Se había percatado de la hora a la que no era frecuente encontrar vestales cerca de mis aposentos o a la entrada de la “Domus Publica”. Sin embargo, era consciente de las precauciones a tomar ahora que Antonio….
-….. Debe de estarlo disfrutando a fondo: no te extrañe, Calpurnia…. Perdona una vez más mi brutal franqueza , pero, conociendo como conozco al patricio romano de este nuevo corte que nos ha traído la historia más reciente, me imagino Roma entera transformada en un gran circo, por si no teníamos bastante con la sucesión interminable de juegos y espectáculos que, entre otros, nos han brindado ediles como tu propio esposo ….y esto es tan sólo el principio; sé, no me pidas razones, simplemente sé que dentro de quizás cien años o menos habrá, aunque te cueste imaginarlo, personajes que ostenten tanto poder como tu marido , pese a mantener el sistema republicano de magistraturas, tanto como para transformar por la fuerza a Roma….en un burdel…. No te sobrecojas, Calpurnia, no es más que la consecuencia lógica de cuanto vemos ahora…por no mencionar la creciente violencia sin tregua…. Durante cientos de años todos los que ostenten el poder sobre Roma morirán asesinados …. Y, quizás más de mil años después, cuando nuestra ciudad vea un mundo completamente distinto, el circo volverá…. Pero no culpo a tu esposo ni a los que le sucedan. Como te puedes imaginar, todo ha venido siendo un desgaste paulatino: tan sólo personajes como Catón representan un testimonio de la verdadera y sólida Roma…. Y muchos romanos lo saben…
Él, me fijé, no pareció extrañado ante mi presencia…. Quizás era lo que esperaba…. ¿Cuál sería el siguiente paso a seguir?
-No te preocupes por él, está demasiado centrado en su entusiasmo….y en sí mismo…. Ni te obsesiones por tu honor, Calpurnia….. No creo que tenga espías permanentemente camuflados en el “Porticus Margaritaria”…. De todas formas, no te discuto que debo ser cauto con mis visitas, incluso viniendo con Cornelia…..
Bien sabía yo que él no podía hablarme abiertamente con la presencia de ella cerca…. Aunque me daba cuenta de que nada de cuanto había experimentado en los últimos tiempos le era ajeno a ella…. Por encima de todo esto, yo ansiaba que esta guerra entre romanos terminase de una vez y regresases para así ahuyentar el peligro de posibles seducciones más allá de los recursos naturales que cualquier mujer puede poner en práctica para cegar a un hombre, por muy diosa reencarnada que pretenda ser…. Cornelia…. ¿podría estar a punto de desmayarse?.... había permanecido cérea y silenciosa desde su llegada…. Las discretas miradas de Kornel mostraban que él era consciente de aquello que la turbaba….Al fin, conscientes de mis ojos tan abiertos, fijos en los desencajados de ella, se vieron obligados a ceder….
-Calpurnia, pequeña…. Puede que sea uno de tantos rumores…. Aún no hay confirmación por parte del “Magister Equitis”…. No nos tranquiliza nada…. Ha circulado a lo largo de toda la mañana por todo el Foro y el Palatino….
No, no debía esforzarse más allá de sus limitaciones para seguir hablando; no había necesidad…. Una bruma invisible mas tan parecida a una mortaja, la misma que empañaba todas las colinas de la ciudad había atravesado los muros de la “Domus Publica”…. A través de ella Kornel y Cornelia no eran más que figuras desvaídas, hablando sin palabras, escudriñando mi mirada, que yo misma sentía vacía….
- No, no…. Nunca olvidé renovar el voto a Bona Dea, tú lo sabes, Cornelia…. ¡el templo de Bellona!....¿fue….quizás….un presagio?.... – Kornel intentaba no responder con su mirada a la mía …. Sí….no, no…..¿quizás como Pompeyo? ¿también víctima de las intrigas palaciegas allá en Alejandría?.... Un efluvio espeso y agrio me nubló el control de los sentidos entre arcadas…..
Una de las siervas – no pude distinguir cuál – estaba terminando de despojarme de aquella túnica húmeda y pegajosa para introducirme en una limpia.
-“Domina”…. La señora Cornelia dice que debes permanecer acostada…. Y ha insistido en ser conducida hasta la misma cocina….
Y aquí estaba ella de nuevo, haciéndome tragar aquella infusión hecha a partir de varias hojas y flores y que había logrado improvisar ante los ojos desconcertados de una servidumbre que jamás en sus vidas habían visto a uno de los amos en sus dominios…. Mi buena Cornelia, tan dispuesta a obviar lo que se supone digno de un patricio con tal de conseguir sus propósitos…..
-Cariño… me quedaré a tu lado el resto del día…. Kornel ha decidido que lo más sensato es desaparecer…. Ya me mandarán la litera de vuelta….
- Cornelia…. ¿qué se supone que he de hacer si….? Quizás llamar a mi padre….
-…. Bien…. Si, eso es fundamental, claro que…. no ¿por qué debe ser así? –Indudablemente, mi padre, Lucio Calpurnio Pisón, era el depositario de tu testamento, el cual, como sabes, se hallaba aquí al lado en la Casa de las Vestales ….y, como suegro, también le correspondía….el discurso
fúnebre….
-¡¡¡¡Calpurnia!!!