Capítulo 11

XI
Calpurnia....Calpurnia, Calpurnilla.... tras marcharte de nuevo para enfrentarte a Magno, Cornelia aumentó la frecuencia de sus visitas.... Calpurnia....Calpurnia.....la fina mano transparente y veteada de azul, quizás la misma de su padre, se arrastraba sobre mi pelo despeinado sobre la almohada, intentando paliar la figura maternal que faltaba a mi lado....Calpurnia, Calpurnilla....era el eco silente de aquel gemido sin palabras resonando en la roca de la gruta fundido con los destellos de ámbar y esmeralda, de mar y aurora.... una voz oracular, aletargada....
_¿Calpurnia? .... ¿Por qué me miras tan fijo, pequeña?-- ¿Acaso yo misma estaba descubriendo otra mirada en aquella de aguamarina intensa.... sólo que más antigua....no simplemente envejecida.... -- Preciosa, yo sé que estás afectada porque de nuevo él te ha dejado sin esperanzas ... ¿cuántos años pasarán ahora?.... pobres nosotras, destinadas al juego de las alianzas y vernos enclaustradas sin hombre durante.... a menos que hagas como otras …. – Vio que la figura de Servilia había surgido ente mis pensamientos –…. No, por todos los dioses, no te estoy intentando convencer para llegar a eso que te imaginas …. Tu esposo lo advertiría enseguida…. Pese a la distancia, tiene ojos mercenarios por toda la “Domus Publica”, cerniéndose sobre cada paso que des…. Y aunque así no fuera, lo notaría en tu cuerpo nada más llegar de vuelta…. Calpurnilla.
“Tu madre…..señora…..la mía…..las dos desaparecidas de nuestras infancias….las dos fundidas en la Gran Fecundadora “
_Cornelia …¿sabes…..tienes alguna idea de….cómo desapareció la madre de tu padre?
Ella me contempló casi sin verme; los ojos de aguamarina se volvieron casi ultraterrenos, perdidos….
_Ya sabes como era mi padre…. – el tono de su voz era opaco, ajeno a mi presencia –…. ¿crees que ante mí se iba a atrever a volver sus recuerdos hacia lo que más le obsesionaba no evocar? …. Siempre pensaba que, de haber tenido una madre como tu suegra…– bajó los ojos pestañeando nerviosamente, dejando escapar un silencio – ….incluso yo misma …habría gozado de una familia más ….acogedora y unida…. – Se volvió de espaldas discretamente…. Su silencio quería evitarme el ser testigo de unas lágrimas estériles por el hecho de que la brutalidad de un destino la hubiera privado, inmisericorde, del abrazo reconfortante de un padre en su adolescencia, además de haberla hecho pasar por sucesivas madrastras…. Creo que sigue viendo a Valeria con cierta frecuencia….
_Cornelia…. – acerté a decir, confusa –¿por qué no traes un día a Valeria? –Se volvió confundida, con el ceño fruncido, no sabría decir si por contrariedad o extrañeza – ….sabes, nunca tuve el placer de conocerla …. Supe por Aurelia que había regresado a Roma tras muchos años de ausencia.
_Sí….claro, la muerte de mi padre le supuso su inminente inclusión en la lista maldita, por llamarla así, que elaboraron los enemigos de mi padre… Después, a medida que iban pasando los años necesarios para que se olvidaran de ella, veía que era cada vez más necesario el regreso a Roma : aquí está su cuna y la de su familia …. A fin de cuentas, pertenece aquí y a ningún otro sitio…. En realidad, al no haber convivido con ella, nunca pude verla como una madre, sobre todo siendo más joven que yo…. No te preocupes; cuando la vea, le comentaré tu interés…. – Me pareció descubrir un cierto eco de insistencia al pronunciar esta última palabra… lo cual recordé cuando, pocas “nundinae” más tarde, apareció con Valeria, quien aún conservaba su porte y la belleza que habían conmocionado a un envejecido Sila hasta llevarlo al matrimonio … Tras su cordialidad y la abrumadora gentileza con que agradecía mi interés por ella, entreví una cautela que frenaba su espontaneidad incluso en momentos en los que la situación lo admitía…. Cornelia , sin lugar a dudas, la habría advertido de que mi insistencia en conocerla se debía a razones ajenas a la mera simpatía por ella…. ¿pero cómo era posible que intuyeran algo? Bajo ningún concepto podrían tener conocimiento de las revelaciones que me habías hecho aquella noche. Le pregunté por sus hijos, los habidos con Sila… de pronto había recordado lo que una vez me comentaste tú – o quizás fuera Aurelia, sin legar a dudas –que, contra toda expectativa, ninguno de ellos había heredado la mirada refulgente y helada de su padre ni tampoco la fascinación que de él se decía que emanaba…. Diablo…..cómo podría idear una maniobra que me permitiera ganarme su confianza y así indagar en lo que se me escamoteaba irremisiblemente no sólo a mí sino a todos …. La verdadera faz privada de aquel hombre que regresara de Asia Menor para marchar sobre Roma y que, en su apariencia física, no tenía nada que ver con aquel Apolo que había llegado a cónsul tras una carrera tardía y sin precedentes …. Tú mismo no podías concebir que una hermosa patricia sintiera pasión por un hombre maltrecho y envejecido en el último tramo de su vida, por muy poderoso que hubiera llegado a ser…. Entonces descubrí que el aparente recelo de Valeria bien pudiera deberse a que, habiendo sido reconvenida por el mismo Sila en cuanto a ti – “Hay
muchos Marios en este joven” – dirigiera su desconfianza contra mí, tu esposa …. Quizás si le demostrara apertura y afecto caluroso, colaboraría….. Sin embargo, sabía que Cornelia se había percatado…. Un grave obstáculo….. si hay algo que se me quiera ocultar ella pondrá todo de su parte para que Valeria no lo desvele …. ¿Por qué tuviste que estimular mi curiosidad, esposo? …. Había entrado en un estado de ansiedad irrefrenable, sin lugar a dudas. Tu nueva ausencia, quizás de nuevo durante años, y el haberse malogrado aquella última esperanza de fecundidad estaban contribuyendo a ello de forma decisiva…. Sí, aquí estaba la solución.
_ Cornelia…. Desearía saber si Blodwynn se encuentra aún en tu casa…. ¿Podrías consultarle qué remedio probar para tranquilizar mi estado de ánimo, esta ansiedad surgida de lo que tú bien sabes?
Ella bien lo sabía. Como cualquier mujer…. Pero era tan consciente como yo que, de habérseme ofrecido un divorcio amistoso para rehacer su vida, jamás lo habría aceptado…. Justo el día siguiente por la tarde, envuelta en un manto que ocultaba la hermosa maraña de trenzas color sol poniente, Blodwynn reaparecía en el “triclinium” de la “Domus Publica” destinado a la esposa del “Pontifex Maximus” …. Me di cuenta de que no era una simple infusión concentrada de camomila y flores de tilo lo que me iba a hacer beber…. Hice acopio de serenidad y astucia…. No en vano se trataba de algo que no iba a poder compartir con mis Porcia y Marcia…. Estaba dispuesta a enfrentarme a solas con mi secreto, quizás para siempre…. Era por ello que había sido algo muy meditado a lo largo de dos días, incluso todas aquellas horas de la noche anterior en la inquietud de mi “lectus”…. Por primera vez, tras tantos años controlada por la sombra de Aurelia o la confidencialidad de mis amigas, iba a afrontarlo sin más ayuda humana que una semidesconocida….
-Blodwynn…. – Los penetrantes ojos de mar atardecido habían captado mi pausa y se fundían con mis pestañas estremecidas – ….Blodwynn ….No sé si estarás de acuerdo con este trato …. Te prometo a cambio no revelarlo a ningún hombre o mujer viviente y además sabes bien que mi esposo está destinado a ser poderoso…. Quizás un rey “in pectore”…. No, se trata de algo más allá de su propia voluntad, lo sé sobradamente…. Ello te podría garantizar una influencia inmensa, especial, dentro de Roma…. Quiero decir que podría hacerte erigir templos, por ejemplo, a las distintas caras de vuestra Gran Diosa…. Es obvio que no se dedicarían abiertamente a vuestras deidades…. Ni mi señor ni el Senado o los tribunos lo admitirían, además de que, según tengo entendido, adoráis a fuerzas sobrenaturales a las que está prohibido venerar en templos cerrados …. Pero sí en lugares sagrados que en su apariencia exterior estuvieran consagrados a sus equivalentes romanos, mientras que, interiormente, tuvieran una “cella” o, si lo permite el terreno, una especie de gruta donde se rendiría culto a esas fuerzas sobrenaturales que estimulan la fertilidad de la tierra y de todo cuanto fluye, cree y respira en ella ….como …. – frené antes de hablar más de lo que consideré prudente.
_ …. Como el antiguo culto a la Diosa Ishtar Astarte enmascarado por el templo de Venus Marina en Gades …. Tienes un conocimiento increíblemente profundo de nuestro saber para ser una dama patricia romana…. Creo que hablas de buena fe…. Es una idea inteligente, en tanto que….
posiblemente sabrás que hay muchas aristócratas romanas que, movidas por su afán de estimular su fertilidad y destreza para satisfacer las necesidades primarias de sus esposos, también tienen inquietud por el conocimiento que atesora nuestra raza…. Algo que han de mantener muy clandestino, dada….la imagen que tu señor está difundiendo acerca de nuestros sacerdotes y mujeres sabias por toda la urbe con sus crónicas de la Galia Transalpina…. Incluso puede que la Gran Señora agradezca el celo que pongas en tu labor y…. estimule tu vientre para que, a su debido tiempo sea fecundado con efectividad…. – La sonrisa enigmática y arrebatadora de Blodwynn estimuló mi estado de ánimo… sí, ella también guardaría su secreto: entraba dentro de aquel pacto tan sabroso para la propia Blodwynn y los intereses de su propia cultura….el auge secreto, oculto, de la Gran Madre en la Roma del Nuevo Alejandro….
_Mi señora Blodwynn…. –¿por qué tuve que adoptar un tono tan reverencial? No debiera mostrar una adhesión tan….avasalladora…. – Sé que…. aquel sueño tan vivo de aquella noche fue más que eso…. Si no hizo mi vientre fértil….forzosamente debía tener otro sentido…. Quiero volver a encontrarme con ese hombre sabio… Sé que es osado…. Quizás necesite una preparación como la tuya, la de una sacerdotisa….alguien con tantos años, quizás toda una vida, de adiestramiento mediante el ayuno, la concentración, el contemplar tu propio espíritu, el aislamiento y el desarrollo de unas capacidades que no todas las mujeres tienen…. – Descubrí un frunce de alarma asombrada en los ojos de azul índigo…. Y vi reflejado mi propio estupor ante todo cuanto decía, más allá de mi propio conocimiento…. ¿cómo era posible? …. “Calpurnilla, mi pequeña….” Aquel eco femenino, maternal, eco de aquella fertilidad frustrada que roía mi bajo vientre, de mi infancia, casi de sibila…. “Calpurnia. Mi niña Calpurnia….” Blodwynn me tenía tenuemente abrazada, estrechando, confortadora, mi mano.
_ Mi señora Calpurnia…. No te atribules…. ¿Qué….quieres de él que no pueda hacer yo por ti?
¿Qué podía decir….? No me sentía capaz de decirle nada convincente…. Qué quería buscar en él …. un sanador …. un sanador para mi espíritu dolorido y maltrecho…. Un sustituto…. ¿de su padre…? Sé que ella halló la respuesta en mi gesto, en la súplica que me desbordaba las pestañas…
_ Señora Calpurnia…. ¿asumes lo que vas a afrontar?.... ¿estará tu espíritu lo suficientemente fortalecido para las huellas que todo este puede conllevar? – Obviamente, ella era consciente, al igual que cualquier persona no iniciada, de mi soledad, frustración, conciencia de mis pequeñas limitaciones….Indudablemente, era algo descabellado por mi parte, pero me sentía rabiosamente impulsada a hacerlo, sabía que no tenía vuelta atrás…. ¿acaso sería aquella figura arcana y sabia la que me estaba llamando de forma imperceptible e inexplicable para los no iniciados? Bien… entonces, como decían los versos que tantas veces recitabas de memoria…. que vuelen alto los dados….
_ Señora Blodwynn …. Quizás la explicación de mi estado de ánimo se encuentre en lo que me propongo hacer…. Puede que halle el modo de sobrepasar mis barreras – No quería ni era capaz de especificar con exactitud lo que convulsionaba las profundidades de mi persona…. Pero ella lo estaba leyendo diáfanamente…. Te estaba viendo a ti mismo…. Y, a tu lado, a aquella fuerza femenina, sabia, dotada de un saber arcano, simple e intenso, inadvertido a primera vista en aquella personilla escueta, aniñada, dotada de la ausencia de escrúpulos que la inmadurez más aguda puede conferir…. Y vio algo más….mi propia humillación….arrasadora, capaz de exterminarme…. Mi propia naturaleza yerma, utilizada para el escarnio más sutil y devastador ….
_ De acuerdo, Calpurnia…. No hay vuelta atrás.