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jueves, 29 de enero de 2009

51

LI
Pasé el día siguiente a los Idus sumida en largos periodos de sueño, entre los cuales Cornelia me iba suministrando sus infusiones. Al día siguiente supe que Antonio y Lépido habían convocado al Senado para decidir si se otorgaba o no el perdón a los...conspiradores. No, me resistía al hecho de llamarlos asesinos, del mismo modo que rechazaba el hecho de que quien – o, mejor dicho, lo que – yacía en la Casa de las Vestales convertido en un despojo irreconocible habías sido tú. Y con todo no podía dejar de pensar en Porcia...
- Sí, Calpurnia.... quién sabe si efectivamente es el....espíritu de Catón quien ha manejado a su yerno en esta trama...¿qué papel habrá jugado Porcia? – Cornelia había aprovechado que Marcia estaba ausente para consolarme...y sincerarse. Supe entonces que debía hablarle claramente pese a mi postración.
- Kornel.... aquí.... ante César..... – Su mirada había perdido la firmeza de antes – ....Seguramente fue una medida desesperada cuando vio entrar a Décimo Bruto... ¿No sabías que se dedicó a vigilar la "Domus Publica" desde que supo lo de la convocatoria extraordinaria del Senado para los Idus....? … Me pidió un grupo de siervos armados para protegerle… Claro que como has permanecido aquí todo el rato no te has percatado de que ha producido una extraña expectación en los alrededores del “Porticus Margaritariae” ver a este hombre con porte de noble romano y atuendo de arúspice rondar por allí , rodeado de sus siervos incluso de madrugada…. También él pasó el día de ayer dormitando a base de infusiones como complemento de todas esas técnicas que sabe utilizar para sintonizar su equilibrio mental con el de su cuerpo físico…. No es el tipo de hombre que exterioriza sus sentimientos….pero no ignoro cómo se debe de haber sentido… Siempre, en la distancia, estuvo pendiente de …tu esposo…. En parte porque le recordaba tanto a sí mismo, pese a su convencimiento de que en César había muchos Marios y también por ser hijo de Aurelia…. No, nadie sospechó jamás nada de ella porque ya sabes que todos los Julios son y han sido como él y han tenido la misma belleza luminosa y estilizada… Y también sé que, aunque regrese a su vida en el templo de Venus-Astarté, nada seguirá igual para él…. No temas, no dejará de despedirse de ti… Lo que debes empezar a hacer a partir de ahora es empezar a estudiar lo que vas a hacer en el futuro…. El próximo “Pontifex Maximus” necesitará la “Domus Publica”…. Me imagino que …la egipcia….no tardará en marcharse de vuelta a Egipto…. No hay duda de que a estas horas estará despavorida….La casa y los jardines son soberbios ya lo sabes… Lejos del Palatino, sin embargo. Pero también puedes quedarte en mi casa todo el tiempo que quieras.... –Sabía que era sincera pero….¿vivir con la presencia de Kornel cada vez que viniera a Roma?.... Además de que yo estaba al tanto de la afición de Cornelia por los esclavos jóvenes y bien formados… Me dejé caer en su regazo, silenciosa, casi incapaz de seguir pensando… sí, quizás todo aquello no había sido una trama maliciosamente urdida por Kornel y ella misma, como tú me habías llevado a creer…
“….El pretendía que le siguiera debiendo la vida y mi gloria hasta la vejez..” “Sólo podría triunfar sobre mí quitándome lo que me es más preciado como hombre, la confianza en una esposa intachable, la más virtuosa de todo el patriciado.”
¿Quizás habrían sido éstos tus últimos pensamientos? ¿Hasta qué punto llevabas razón?
- Sí, Calpurnia. – Marcia acababa de llegar. – Tu padre va a encargarse…de todo…. Recuerda que es misión del “paterfamilias” pero, faltando tu esposo…. Hay, por otra parte, algo que ….me inquieta. Sabéis que también le correspondería hacer el discurso funerario….pero va a ser Antonio quien se encargue…. ¡Calpurnia! ¿Cómo puede tu padre plegarse así a cualquier cosa que se proponga ese….?
- ….personaje que, extrañamente, se hallaba ausente del interior de la Curia Pompeyana cuando todo ocurrió… ¿Cómo se explican esas componendas que se trae con los asesinos de tu marido?
- Sabes que la política y la seguridad de Roma se lo exigen con frecuencia….
-¡¡ Calpurnia!! – Las dos me miraron espantadas. – Estamos hablando del asesinato de tu esposo…
-¿Cómo no iba a tenerlo en cuenta? – Después de tantos días de laxitud mi voz sonó tensa de nuevo. – ¿no os dais cuenta de lo que estáis insinuando….?
- Lo que más de la mitad de los senadores se imagina y no nos atrevemos a exteriorizar…. ¿acaso se puede confiar en un cónsul que, sabiendo que representaba al dictador en Roma, se aprovecha de ello para montar un circo ambulante con elefantes, prostitutas, acróbatas, adivinos baratos….y exhibirle por toda Italia….?
-Afortunadamente César reaccionó a tiempo y lo destituyó como “magíster militum” .
- Precisamente…. ¿cómo crees que respondería a esa humillación un compinche de los Clodios…?

Ellas me acompañaron junto a Atia en la tribuna destinada a las mujeres de la familia que, en el Foro, iban a presenciar las honras fúnebres. Anteriormente, mi padre había leído tu testamento. Como yo ya sabía, nombrabas al joven Octavio como tu sucesor además de incluir a otras personas como el incalificable Décimo Bruto….¿por qué…?....¿Así compensabas mi fidelidad enclaustrada de quince años?.... Ni un recuerdo para mí… Lógico ; confiabas en los sobrados medios económicos de mi padre…. También es cierto que ni la egipcia ni tu prole eran mencionados…. En cierto modo, ello me produjo cierto alivio….estéril. Así mismo, supe que ya no iría destinada a la “domus” al otro lado del río. Se había convertido, como tus jardines , en espacio público, gracias a tu generosa donación al pueblo romano, la cual incluía garantizar a cada romano una medida de trigo y una pensión que ayudaría a sobrevivir a tantos parásitos que desde siempre han pululado por Roma al amparo del Senado y sus tribunos….
-Dioses…hija… Mi corazón se destrozaba lentamente mientras lo leía… Así corresponde a tu virtud…. Jamás lo hubiera esperado… Lo doloroso es el hecho de que no hubiera ni un solo recuerdo para ninguno de nosotros dos…. En cuanto al otro aspecto, sabes que nunca te faltará nada. Si quieres, puedes venirte a casa o incluso a Herculano…o a Pompeya, si así lo deseas.

El cortejo de músicos avanzaba. Los pífanos llenaban el silencio masivo del Foro…. Todos sabían que era un día histórico, sobre todo tantísimos veteranos de guerra entre los que distinguí un número asombroso de rostros hinchados y enrojecidos por el llanto… y todos esos judíos del “Subura”, como tantos otros individuos pertenecientes a razas variadísimas que quizás también eran suburanos, antiguos vecinos tuyos… Después, la procesión de las “imagines” de los “Iulii” que te habían antecedido: tu padre, tus tíos, tu abuela, primos… facciones de cera tan similares entre sí que avanzaban rítmicamente…. Aurelia…. ¿qué habría pensado….al encontrarse, tras ver aquel fantasma de cera que había sido su esposo, el que le había hecho posiblemente estremecer de pasión, con quien iba a ser su obra , su hijo varón, estatuario, rígido, el rostro extrañamente reconstruido….?¿cómo lo habrían hecho? ….Solemnemente erguido entre los almohadones del “lectus” de marfil que iba a ser depositado dentro de la réplica del templo de Venus que habían levantado frente a los “rostra” …. Era la primera vez que te veía desde la mañana de los Idus…. En contra de lo que debía de esperarse, no experimenté ningún tipo de dolor desgarrado o conmoción violenta. Más bien fue curiosidad y una profunda extrañeza al encontrarme a mí misma contemplándote impasible como si fueras una más de las máscaras de las “imagines” y, al mismo tiempo, sintiendo sobre mí aquella mirada gélida y gris que ya no existía, inquisidora, recordándome que Cleopatra era más digna que yo…. Te habían vestido con la toga del “Pontifex Maximus” y, sobre ti, el viento frío agitaba el despojo ensangrentado y seco de la que habías llevado aquel día que me recordaste mi debilidad. Quizás incluso seguiste rumiando aquella frustración hasta el momento en que sucumbiste, desangrado hasta convertirte en una carcasa desecada y yerta….
Por fin le llegó el momento de gloria al…. ¿qué podría decir de Antonio a estas alturas?. El antiguo “ magister equitum” y sobrino de tu primo Lucio, como ya es habitual en él, adoptó la correspondiente actitud pesarosa, ascendió los peldaños que llevan a la tribuna con paso grave, levemente encorvado…algo predecible en quien es íntimo amigo de actores y saltimbanquis…. Su voz, que yo jamás antes había escuchado en público, retumbó, guardando las pausas convenientes para captar la atención de la muchedumbre serenamente dolorida. Dentro de la tónica que se podía esperar de él, la “oratio” se desarrolló a través de un doble juego, quizás el mismo que habría llevado a cabo en las reuniones senatoriales, sopesando la honorabilidad de los conjurados y la duda sobre si realmente habías sido un tirano o un benefactor. Como es de imaginar, no se olvidó de aludir a la mención hecha en tu testamento del pueblo romano y cuán esplendido te habías mostrado con ellos…. – “en realidad no es más que la paga otorgada a cada uno de sus legionarios tras una campaña,” , había aclarado mi padre. – …. Realmente, comencé, por primera y quizás única vez en mi existencia, a admirar aquel insólito talento de Antonio …. Sobre todo cuando, tras finalizar, comenzó a descender lentamente, consciente del efecto palpable que sus palabras habían causado en aquella marea humana….
Y fue entonces cuando, con un alarido que nos sobrecogió incluso a los que le conocíamos, se arrojó de bruces contra el “lectus” mortuorio, como una plañidera, agitándose convulsivamente sobre la toga púrpura y escarlata que te cubría…. Nosotras, Atia incluida, nos miramos entre la confusión y el bochorno…. Nos pareció que comenzaba a proferir lamentos acerca de la injusticia cometida contigo, ante la mirada muerta de todos tus ancestros reencarnados en cera, arrastrado conscientemente por un histerismo que movió a los músicos a soplar sus pífanos con una intensidad creciente, como si en complicidad con el histrión que centraba la atención de todos…. Un chillido casi irreal, tanto mío como de todos cuantos se agrupaban allí, ahogó su actuación…. Sentí que las manos de mis amigas me sostenían con fuerza mientras que hacía un esfuerzo por mantener la mirada fija por debajo de la tribuna. Allí te erguías, redivivo, mecánico, girando mientras Antonio te despojaba de la toga y señalaba casi con fruición cada una de las veintitrés grietas sanguinolentas que habían quedado marcadas sobre tu cuerpo, aún hermoso pese a la palidez mortecina….
-Dioses…. No podía imaginármelo….que pudiera llegar a esta ignominia…. Ni siquiera de él lo hubiera esperado…. Pobre Calpurnia…. – La voz de Marcia zumbaba en mis oídos….¿era aquella mirada azul grisácea, sobrehumana, penetrante, la tuya….aquélla que distinguí entere la multitud al otro lado de la tribuna, procedente de aquel rostro marfileño rodeado de trenzas doradas y rojizas?... Un enjambre ruidoso y violento ocultó la visión que tenía ante mis ojos, seguida de un estruendo ajeno a los pífanos y los alaridos de Antonio …
-¡Están destrozando la tribuna y los bancos! Fíjate, Calpurnia…. ¡pretenden quemarlo aquí mismo en vez de llevarlo al Campo de Marte! – Sí , había visto centellear unas enormes teas que pronto se transformaron en un crepitar cálido, de olor nauseabundo… Inmediatamente después, un bosque de llamaradas se alzó más allá de los templos y de toda Roma…. Hubiera seguido allí, inmovilizada, si no me hubieran llevado, casi flotando, lejos de allí, sin ni siquiera esperar a mi litera…. No, había que refugiarse en la “Domus Publica”, el único lugar seguro en ese momento…
Fue entonces cuando tomé verdadera conciencia de lo sucedido. Tú ya no existías y debía empezar a despedirme de la casa del “Pontifex Maximus” , el peristilo que Aurelia había poblado de árboles, sobre los cuales su propia mano aún parecía estar velándolos, del “triclinium” donde había compartido cena varias veces por semana con Cornelia, Marcia y….Porcia, del “cubiculum” en el que bastante menos de cien noches gocé del único hombre que había despertado mi cuerpo…. Sí, ahora que la congoja fluía por fin libremente a través de mi ser, indiferente a las huellas que pudiera dejar en mi salud, tenía mi destino enfrente y me sentí ridícula por todas mis aspiraciones de tantos años, pretendiendo tener una identidad que me librara de esto que ahora se alzaba ante mí de forma tan despiadada como las llamas que a lo largo de aquella noche, una vez consumido tu cuerpo, se cimbreaban en una danza ritual, como si parte de las honras fúnebres, impetrando la clemencia de los dioses contigo….
- Calpurnia…. ha venido conmigo. – Cornelia acababa de regresar de su casa. Como Marcia había decidido pasar también esta noche conmigo.
Y allí, en la penumbra del gabinete, distinguí el centelleo felino de aquellos ojos transparentes… Como era habitual en él, avanzó en silencio, como si descalzo….
-Calpurnia…pequeña.... – Sé que estuvo a punto de estrecharme contra sí pero se contuvo . – No me quedó otra alternativa pero parece ser que no podemos escapar a lo que nos corresponde. Algo había oído sobre una posible conspiración pero no quise alarmarte…. Y tampoco sabía exactamente quiénes estaban implicados…. No, jamás habría imaginado que Bruto pudiera dejarse llevar por la presión de los “graffiti”…. Creo que, en efecto, el espíritu de Catón ha vencido…. No me mires tan asombrada… Más allá de esta vida física hay movimientos y tramas que desconocemos…. No descartes que, como temías, Porcia y su esposo no sean más que simples instrumentos… He venido no sólo a ofrecerte mi afecto sino también a acompañaros por si quieres recoger…ya sabes. Tu padre ha tenido que retirarse a descansar tras haber tenido que ocuparse de todo estos días, pasando varias noches sin dormir apenas….
Tuve que aceptar su invitación, pese a que me rebelaba ante la idea de recibir en mis manos un puñado de trozos de huesos chamuscados y cenizas confusas…no, no podía admitirlo…. Salimos en la litera de Cornelia al amanecer…. Contemplé el aire y el cielo de Roma teñido de crepúsculo, los mismos colores de aquellas gemas… Una especie de crujido estremeció esa parte intangible de mi ser interior que estaba a punto de resquebrajarse… Ante los “rostra”, sólo quedaba una pila de cenizas, aún humeantes….
- El populacho ha pasado toda la noche aquí y, lógicamente, se lo han llevado todo…Una locura…. Incluso las joyas de muchísimas matronas y las “bullae” de sus niños….todo ello fundido en oblación, como si suplicando la protección del divino “Iulius” …. Más no era sólo por esto por lo que quería que salieras de la “Domus Publica”….
La litera dio marcha atrás para subir hacia el Palatino. Una vez ante el pórtico de la “domus” de Cornelia, descendimos para cruzar el “atrium” en dirección al “tablinium”, justo enfrente del altar donde se guardaban las “imagines” de la rama silana de la “gens” Cornelia. Mi amiga, una vez más, me sujetó para evitar que cayera desvanecida. Allí te encontrabas acomodado en un “lectus” de carey entre almohadones de púrpura , con la “toga trabea” perfectamente encajada. Incluso aún se sentía la mirada horadante y clara bajo los párpados cerrados…Pude sentir tu rostro tan céreo como tu piel…pero la escasez total del cabello que aún te quedaba aquella mañana y el moldeado perfecto de las facciones que no reflejaban en absoluto el haber sido masacradas con saña , me hicieron mirarte con más detenimiento….
- Una argucia típica de un especulador como Antonio…mandar moldear una efigie de tamaño natural en cera con su propio sistema articulatorio….Afortunadamente logré hacerme con un lugar junto a los “rostra” para poder rescatarla justo antes de que ardiera la pira…. No, creo que Antonio, ensimismado en su lamento, ni siquiera fue consciente de que su creación desaparecía ante sus propios ojos en medio de aquella confusión, con todas aquellas maderas apiladas apresuradamente ante el “lectus” …. Pero tu padre debería haber previsto todo esto como organizador de la ceremonia fúnebre. – Sé que, en el fondo, conocía la razones por la cuales Lucio Calpurnio me lo había silenciado. – Mi intención era conservarlo a fin de llevármelo donde sé que a él le hubiera gustado tenerlo, dentro del templo de Venus Marina, su patrona, en su ciudad preferida de Hispania … Pero quería pedirte permiso por si querías quedártelo.... – Miré fijamente aquellos pliegues de grandes franjas que ocultaban las manos vigorosas a imagen de las que me acariciaron tan ocasionalmente, los pómulos aristados, la nariz afilada….sin la textura envejecida por tantos años de campaña a pleno sol….
- Cornelia…. Me ofreciste tu casa…. hasta que pueda acomodarme en una nueva “domus” …. –Cornelia me miró asintiendo con naturalidad. – ¿Puedo gozar, si esa es la palabra, de su compañía hasta que Kornel decida embarcarla….? ¿en qué lugar exacto….la colocarías?
- En la gruta más profunda, junto a su madre Venus, aquella edificada con los destellos de varias clases de gema, como si hubiera sido gestada por los rayos del crepúsculo sobre el mar que acaricia la escalinata del templo…. Calpurnia… no debes olvidar el proceso de iniciación por el que has pasado a lo largo de estos años y todo lo que has logrado, algo que ni siquiera le es concedido a cualquier sacerdotisa por muy veterana que sea…. Esa capacidad de dejar fluir tu ser interior y fundirte con otras fuerzas…. Tienes una naturaleza como la mía pese a que la mitad de tu sangre pertenezca a ese especulador de Lucio Calpurnio Pisón… Es un deber que tienes con la fuerza vital que alimenta el mundo…. No te estoy sugiriendo que te encierres para siempre lejos de Roma y tu ambiente…. Sólo te insinúo que te es permitido el …..dedicar temporadas, quizás en primavera y verano, la época en la que es posible navegar, a cultivar y avanzar en ese saber que sé que atesoras dentro de ti, más allá de ungüentos que sólo pudieron intentar ser útiles en ciertos momentos…. Sólo allí podrás estudiar a fondo la ciencia de la sanación de la mente y el cuerpo a través de los diferentes matices de luz presentes en cada gema….y tú misma avanzarás en el conocimiento de cuanto se te ha aportado a través de tus ancestros…. Me refiero a tus ancestros más sublimes, aquellos que iluminaron a los tirrenos y a los habitantes de la Galia y Britannia….e incluso a los hombres sabios que habitan las provincias orientales e incluso las tierras del Este del Danubio donde Roma aún no ha llegado…No lo descartes, Calpurnia…. Estas destinada a conocer los ritmos de tu ser, cómo late esa fuerza etérea que tienes dentro y esa capacidad potencial de engendrar vida…. Calpurnia…. quién sabe si tu esterilidad hasta ahora sólo ha sido fruto de tu desconocimiento acerca de cómo canalizar esa fuerza y que tus limitaciones de tantos años te han impedido subsanar…. Calpurnia, ahora sí que puedes abrirte realmente a la vida aunque estos días hayan sido funestos…. Recuerda que acabamos de celebrar la fiesta de”Anna Perenna”….
Me los quedé mirando en silencio durante bastante tiempo. A tu efigie, a Kornel y a Cornelia …..

Y heme aquí terminando esta inmensa epístola que decidí comenzar a escribir aquel día frente a tu efigie, primero en el “tablinium” de Cornelia, después, a lo largo de la travesía hasta Gades y, siempre que podía, en los meses transcurridos en el templo de Venus Marina, siguiendo un impulso….¿marcado quizás por tu hálito, que podría estar intentando penetrar mi ser íntimo, ése que no pudiste poseer durante tantos años de matrimonio yerto y que, incluso mientras sucumbías desangrado, te haría maldecir a Kornel por habértelo arrebatado?... Sí, quién sabe si no es ésta tu fuerza sutil que fluye desde el plano en el que puedes estar morando ahora para retomar aquello que considerabas legítimamente tuyo, haciéndolo manar por estas palabras silentes…. Es precisamente ahora en el momento en que mi vientre estalla de vida cuando he de callar…. Ya no soy “Calpurnia Caesaris” , pese a disponerme a volver a Roma para, en principio, compartir mi vida con Marcia en una pequeña “domus” del Palatino cerca de la de mi padre…. Es ahora cuando otra vida está a punto de abrirse y yo tengo la responsabilidad de encauzarla, inculcándole cuanto he llegado a saber de forma que no cree conflicto con el ambiente del patriciado romano.
He rogado a Kornel que estos manuscritos no sean apartados de tu regazo. Afortunadamente, quien moldeó tus manos –tan firmes y finas – se aseguró de que estuvieran articuladas para que puedas sujetar bien el estuche que los guarda. No te preocupes por el sello : es el tuyo ; el mismo que yo utilicé en aquellas escasas e inoportunas ocasiones en la que te escribí …. Conseguí que Antonio no se apoderara de él.
Será extraño no contemplar más tu efigie en tanto tiempo… De todos modos, será mucho menos que cuando vivías….
Adiós, mi señor… goza de la veneración de aquellos que también adoran a tu antepasada nacida de la espuma, en la ciudad que amaste más después de Roma.
Calpurnia Pisón Cesonina.
Octubre del año en el que Cayo Julio César se transformó en “ Divus Iulius”

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