XLVIX - Calpurnia.... – Nunca antes habían pronunciado mi nombre con aquella aspereza que me despertó de aquel sueño en el que me había sumido, sucia y exhausta.... Me incorporé sobresaltada, tapándome impulsivamente : aquellos ojos que me escudriñaban no eran los de un esposo. Te contemplé con la lengua seca. - Calpurnia... me dirijo al Senado.... Después, me acuartelaré al otro lado del "pomerium" hasta el momento de mi partida hacia Partia.... – La dureza fría de tu voz hacía que mi respiración se entorpeciera. -- .... no, no te preocupes por tu posición y situación económica. Si eres discreta, podrás seguir aquí hasta que te sea posible instalarte en mi "domus" al otro lado del río.... – Fuiste consciente de mi confusión. – Calpurnia….Calpurnia…. cómo….¡oh, maldito Lucio Calpurnio! Siempre supe que sólo debía relacionarme con él en términos de negocios…. – Sentía mis ojos cada vez más desorbitados. Me creí al filo de la asfixia ….Dioses….¿qué…? Tus ojos afilados, grises como dagas, seguían controlándome…. - A fin de cuentas, casi ni te culpo…. Él….siempre él…. Le sobra una inteligencia más allá de lo humano para vencernos a todos… ¿por qué no lo intuiría ya aquella vez, siendo cuestor en Gades, cuando supe que aún vivía y no había perdido detalle de mi existencia a través de los años? Sí…. no cabe duda…. Del mismo modo que se propuso que yo le debiera mi propia gloria gracias a la clemencia mostrada al perdonarme la vida en su día…. ¡dioses, clemencia! – Una especie de risa sardónica llenó el “cubiculum” . ¡”Ecastor” , los siervos! No, a él ya no le importaba …. – ¡que él , precisamente él, presuma de semejante virtud que no derrochó, por cierto, al firmar tantas proscripciones sangrientas! … Sí, ahora parece ser que se ha propuesto, una vez más, salvarme la vida …y, de paso, ganar una ascendencia total sobre la discreta, virtuosa, honestísima esposa del “Pontifex Maximus”, mi mayor orgullo como hombre… Ése sería su gran legado ante sí mismo… privar a Roma de la evolución que debe seguir a partir de ahora ….No, claro, si el no llegó a ser “dictador perpetuus” , yo tampoco debería tener derecho a ello…. Y mucho menos a ser proclamado “rex”…. – Se hizo un silencio . Por fin eras consciente de que podrían estar escuchándote quienes menos deberían hacerlo. Respiraste hondamente varias veces ante mi expectación, incapaz de proferir palabra alguna. Parecía que mi respiración volvía a normalizarse. - Calpurnia… estaba intentando convencer a Décimo Bruto de la estúpida negativa que me arrancaste, probablemente inspirada por las artes siniestras que te han inculcado… Lógicamente, mi pariente lo consideró como lo que eran, artificios descerebrados propios de una mente débil como la tuya ….pero yo aún seguía enturbiado por el aturdimiento y el cansancio que tú misma provocaste deliberadamente …. Jamás hubiera esperado que utilizaras el forzarme al placer para conseguir tus proyectos….¿acaso…también te lo han enseñado? De nuevo, el ahogo . Ni siquiera tenía fuerzas para verter lágrimas ni sollozar. -…. Por fin yo comenzaba a despertar del letargo inducido por ti. Fue entonces cuando un siervo entró diciendo que un noble romano deseaba verme en privado con urgencia. La expresión extraña, casi aterrada, del esclavo me movió a dejar a Décimo Bruto para recibir al recién llegado en la habitación del otro lado del atrio…. Un hombre, aparentemente poco mayor que yo, vestido como un arúspice, aquella misma mirada, azul y transparente, arrasando todo cuanto yo pudiera estar pensando en ese momento, escudriñando cada rincón de mi interior… Reconocí aquellos ojos, así como las manos finas, translúcidas, extrañamente expresivas…. “César, escucha cuanto tu esposa pueda advertirte”… ¿Por qué tuve que permanecer casi gélido, sin capacidad de respuesta durante unos segundos?.... Quizás porque le creía muerto, pese a que, inconscientemente sabía que aún vivía cuando decidí eximir al templo de Venus Marina en Gades de cualquier multa tras la batalla de Munda… Por otra parte, yo jamás habría osado acceder a su presencia….pero jamás imaginé que pudiera andar por Roma… Me contó cuanto creyó que yo debía saber así como esa historia de vuestra ascendencia, de cómo ambos procedéis de la raza de las sibilas, aquellas que, a su vez, nacieron de linajes gestados en la época de los reyes etruscos entre las que llamaban ninfas y vulgares mortales…. ¡dioses, Calpurnia!....Espero que toda esa locura no se haya aireado no siquiera dentro de la “Domus Publica”.... – Te vi temblar sin disimulo. – Pero lo contaba con tanta claridad y de una forma tan desprovista de pasión que llegó a convencerme… Su propia madre, a la que todos creían muerta, en realidad había huido de la brutalidad de tu esposo junto con el hermano de Lucio Cornelio…. A quien éste encontró accidentalmente en la época en que éste se hizo pasar por galo, cuando espiaba para Mario más allá de la Galia Cisalpina… No me aclaró que ocurrió en realidad, pero , según me contó, fue víctima de una especie de “chantaje”. Este hermano mellizo ocuparía su lugar , el que le hubiera correspondido como noble patricio de tan rancia estirpe, a partir de un determinado momento que resultó ser cuando Lucio Cornelio decidió partir hacia las provincias orientales en la época del consulado de Cinna…. El Lucio Cornelio Sila que regresó y al que conoció Pompeyo, desgastado, con la piel amoratada, despojado de la luminosidad apolínea que le caracterizaba, era su hermano galo mientras que el que yo conocí de pequeño se hallaba ya dedicado a depurar su cuerpo y mente y a instruirse en el saber arcano, como él lo llama, al otro lado de nuestro mar. Como sabías que yo era incapaz de emitir sonido alguno pero mis ojos parecían ávidos, proseguiste… - ¿Qué ganaba a cambio? Si estaba bajo chantaje, amenaza de muerte o…. algo turbio que destruyera esa “dignitas” que él estaba tan obsesionado por rehabilitar, es lógico que transigiera con una serie de condiciones…. Además, el ser consciente de que te estas forjando un lugar en la historia mientras te mantienes oculto y a salvo, preparando tu cuerpo y mente de forma que los años pasen por ti como si ralentizados, podría ser tentador para una persona tan singular como él… no, por supuesto, para tantos otros mortales….¿Cómo se las arregló para que su sustituto estuviera lo suficientemente preparado para ello? Sencillamente, se encontró con que su hermano había ido recibiendo, gracias a la madre, una formación digan de un romano…. Parece ser que fueron recogidos por un caballero de la Galia Cisalpina. Sin embargo, puede que su encuentro no fuera fortuito… Creo que es algo que ni el propio Lucio Cornelio tiene claro… Lo que sí es cierto es que hizo pasar a su mellizo por esclavo suyo para así irlo instruyendo en las artes del poder… ¿hasta qué punto las brutales proscripciones fueron obra de uno u otro? …. – Te encogiste de hombros con aire ausente. – ….Y ambos mantuvieron contacto en la distancia… ¿hasta qué punto Cornelia estuvo al tanto mientras su padre seguía vivo?.... Lo cierto es que durante años se mantuvo la relación entre el hombre sabio del templo de Venus-Astarté en Gades y la hija de Lucio Cornelio Sila en Roma, estimulada por los intercambios comerciales tan fructíferos de la sagaz Cornelia….hasta que te quedaste sola en la “Domus Publica” …. Ël me dijo además que jamás habría hecho acto de presencia ante mí de no haber sabido que Décimo Bruto venía a convencerme… Dioses…Calpurnia….y tú te has dejado….¿hechizar?...por ese ser más allá del tiempo y de lo puramente humano…¿qué podrías haber recibido a cambio? La voz se te había suavizado pero aún era fría, despegada, perteneciente al extraño que ya estaba empezando a ser para mí….para toda la vida… No, no podía mencionarte toda aquella historia sobre la necesidad de tener un lugar propio y no limitarme a dejarme sepultar por la soledad de la “Domus Publica”…. Milagrosamente, mi garganta volvió a sentirse con vida. - César …. Tenía que salvarte….ya te lo expliqué ayer…. La egipcia…. - ¿Y crees que voy a confiar más en quien se ha dejado embaucar por ese…personaje…? Al menos Cleopatra tiene sobrado talento para no caer en ello…y dignidad…. – Observé que la frialdad de tus ojos iba transformándose en el terror de la noche antes al mirarse en los míos…. Sí, habían captado aquella fuerza espesa, violenta, casi maléfica que me impulsaba a generar, mediante mi deseo desgarrado, una vida que fluyera más allá de mí misma y arrebatara el ser de…. la egipcia, emponzoñando su destino…Ansié casi gimiendo que aquel retoño que era su orgullo le fuera arrancado, que su vientre quedara yerto…que su poder se desvaneciera y tuviera que refugiarse en la locura y el vacío…. Sí, Cleopatra sabía que, incluso contra mi voluntad, ya estaba maldita de algún u otro modo….y tú lo sabías, esposo…. Saliste precipitadamente, aliviado quizás porque esta circunstancia inesperada te hubiera permitido solventar una situación que era motivo de controversia ¿moral? para ti desde hacía tantos años, desde mucho antes de Alejandría…. Seguí allí, sentada en el “lectus”, petrificada entre las pieles, intentando, sin lograrlo, alejar aquel hielo que hacía crujir mi cuerpo, el interior de mis huesos, mi cabeza….incapaz de proferir ni un sonido, de recostarme…. Quizás se trataba de esa fuerza ajena a mí que, en lugar de ir dirigida a Isis reencarnada, me estaba envenenando…. |
Recomendación
Si algún lector desease leer la traducción inglesa o italiana, puede comunicarlo a esta dirección de correo electrónico:
carolmanganelli2@gmail.com
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jueves, 24 de julio de 2008
Capítulo 49
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1 comentario:
¿Leyeron la biografía de Sila: El Quinto Infierno?, del autor argentino Jorge Ferraro.
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